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Lectio Divina Quinto Jueves de Cuaresma. Yo les aseguro: El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre

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Yo les aseguro: El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre Lectio Divina Quinto Jueves de Cuaresma  Génesis 17,3-9     Salmo 104     Juan 8, 51-59 LECTIO 1° Lectura (Gén 17, 3-9) Del libro del Génesis Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo: “Aquí estoy. Esta es la alianza que hago contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones. Te haré fecundo sobremanera; de ti surgirán naciones y de ti nacerán reyes. Contigo y con tus descendientes, de generación en generación, establezco una alianza perpetua para ser el Dios tuyo y de tus descendientes. A ti y a tus descendientes les daré en posesión perpetua toda la tierra de Canaán, en la que ahora vives como extranjero; y yo seré el Dios de ustedes”. Después le dijo Dios a Abraham: "Cumple, pues, mi alianza, tú y tu posteridad, de gener

LECTIO DIVINA QUINTO MIÉRCOLES DE CUARESMA. Si el Hijo les da la libertad, serán realmente libres.

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  LECTIO DIVINA QUINTO MIÉRCOLES DE CUARESMA Daniel: 3,14-20.49-50.91-92.95. Juan: 8, 31-42 Si el Hijo les da la libertad, serán realmente libres.     LECTIO   PRIMERA LECTURA Dios mandó a su ángel para liberar a sus siervos.  Del libro del profeta Daniel: 3,14-20.49-50.91-92.95   En aquellos días dijo el rey Nabucodonosor: "¿Es cierto, Sedrak, Mesak y Abednegó, que no quieren servir a mis dioses, ni adorar la estatua de oro que he mandado levantar? Pues bien, si no es cierto, estén dispuestos para que, al oír sonar el cuerno, la flauta, la cítara, el salterio, la chirimía y toda clase de instrumentos, se postren y adoren la estatua que he mandado hacer. Pero si no la adoran, serán arrojados inmediatamente a un horno encendido. ¿Y qué dios podrá librarlos entonces de mis manos?".  Pero Sedrak, Mesak y Abednegó contestaron al rey Nabucodonosor: "No es necesario responder a tu pregunta, pues el Dios a quien servimos puede librarnos del horno encendido y nos librará de tus

LECTIO DIVINA QUINTO MARTES DE CUARESMA. Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy.

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  LECTIO DIVINA QUINTO MARTES DE CUARESMA Números: 21,4-9. Juan: 8, 21-30 Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy.     LECTIO   PRIMERA LECTURA Si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado. Del libro de los Números: 21,4-9   En aquellos días, los hebreos salieron del monte Hor en dirección al Mar Rojo, para rodear el territorio de Edom; pero por el camino, el pueblo se impacientó y murmuró contra Dios y contra Moisés, diciendo: "¿Para qué nos sacaste de Egipto? ¿Para que muriéramos en el desierto? No tenemos pan ni agua y ya estamos hastiados de esta miserable comida".  Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo: "Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes". Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: "Haz una serpiente como ésas y

Lectio Divina Quinto Lunes de Cuaresma ¿Nadie te ha condenado, mujer? Nadie, Señor. Yo tampoco te condeno.

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¿Nadie te ha condenado, mujer? Nadie, Señor. Yo tampoco te condeno Lectio Divina Quinto Lunes de Cuaresma “A” Daniel 13,1-9.15-17.19-30.33.62   Juan 8,1-11 LECTIO En aquel tiempo vivía en Babilonia un hombre llamado Joaquín, casado con Susana, hija de Quelcías, mujer muy bella y temerosa de Dios. Sus padres eran virtuosos y habían educado a su hija según la ley de Moisés. Joaquín era muy rico y tenía una huerta contigua a su casa, donde solían reunirse los judíos, porque era estimado por todos. Aquel año habían sido designados jueces dos ancianos del pueblo, eran de aquellos de quienes había dicho el Señor: "En Babilonia la iniquidad salió de ancianos elegidos como jueces, que pasaban  por guías del pueblo”. Estos frecuentaban la casa de Joaquín y los que tenían litigios que resolver acudían ahí a ellos. Hacia el mediodía, cuando toda la gente se había retirado ya, Susana entraba a pasear en la huerta de su marido. Los dos viejos la veían