No me avergüenzo del Evangelio, que es una fuerza de Dios para la salvación (Rom. 1,16)

Paz y Bien El Padre Pío de Pietrelcina, con tal grado de santidad que Dios el ha concedido y a la cual Él ha correspondido, interceda siempre por todas las personas que necesitadas de Consuelo lean estas reflexiones. Que sean como sorbos de agua fresca en el desierto. Paz y Bien