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Mostrando entradas de agosto, 2020

Lectio Divina Lunes XXII del Tiempo Ordinario A. Te damos gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste nuestros ruegos.

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  Me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. - Nadie es profeta en su tierra. I Corintios: 2,1-5      Lucas: 4,16-30   LECTIO   PRIMERA LECTURA Les he anunciado a Cristo crucificado. De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2,1-5   Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado. Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres.   Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.   Frente a una comunidad que amenaza con profanar la pureza de la fe cristiana con algunos pri

Lectio Divina Domingo XXII del Tiempo Ordinario A. Señor, mi alma tiene sed de ti.

  Dios mío, ten piedad de mí, pues sin cesar te invoco: Tú eres bueno y clemente, y rico en misericordia con quien te invoca. Jeremías 20,7-9         Romanos 12,1-2        Mateo: 16,21-27   LECTIO   PRIMERA LECTURA Soy objeto de burla por anunciar lo Palabra del Señor Del libro del profeta Jeremías: 20, 7-9   Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; fuiste más fuerte que yo y me venciste. He sido el hazmerreír de todos; día tras día se burlan de mí. Desde que comencé a hablar, he tenido que anunciar a gritos violencia y destrucción. Por anunciar la palabra del Señor, me he convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día. He llegado a decirme: "Ya no me acordaré del Señor ni hablaré más en su nombre". Pero había en mí como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; yo me esforzaba por contenerlo y no podía.    Palabra de Dios.  Te alabamos, Señor.   El texto está tomado de la última de las «Confesiones» de Jeremías, interpoladas entre los capítulos precedentes del li

Lectio Divina Sábado XXI del Tiempo Ordinario A. Puse toda mi esperanza en el Señor; él se inclinó hacia mí y escuchó mi grito

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    Sin temor alguno he expuesto tu ley ante los reyes y he repetido tus preceptos porque en verdad los amo. 1 Corintios 1,26-31    Mateo 25,14-30     LECTIO   Primera lectura: 1 Corintios 1,26-31   Hermanos, consideren quienes han sido llamados, pues no hay entre ustedes muchos sabios según los criterios del mundo, ni muchos poderosos, ni muchos nobles. Al contrario, Dios ha escogido lo que el mundo considera necio para confundir a los sabios; ha elegido lo que el mundo considera débil para confundir a los fuertes; ha escogido lo vil, lo despreciable, lo que no es nada a los ojos del mundo, para anular a quienes creen que son algo. De este modo, nadie puede presumir delante de Dios. A él deben su existencia cristiana, ya que Cristo se ha hecho para nosotros sabiduría divina, salvación, santificación y redención. "De esta manera, como está escrito, el que quiera presumir que lo haga en el Señor .   Palabra de Dios Te alabamos, Señor  

Lectio Divina Viernes XXI del Tiempo Ordinario A. Velen y oren, para que puedan presentarse sin temor ante el Hijo del hombre

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  Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para los llamados. 1 Corintios 1,17-25   Salmo 32,1-2.4-5.10-11. Mateo 25,1-13             LECTIO   PRIMERA LECTURA Predicamos a Cristo crucificado, escándalo para los hombres, pero sabiduría de Dios para los llamados. De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 1,17-25   Hermanos: No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. En efecto, la predicación de la cruz es una locura para los que van por el camino de la perdición; en cambio, para los que van por el camino de la salvación, para nosotros, es fuerza de Dios. Por eso dice la Escritura: Anularé la sabiduría de los sabios e inutilizaré la inteligencia de los nteligentes. ¿Acaso hay entre ustedes algún sabio, algún erudito, algún filósofo? ¿Acaso no ha demostrado Dios que tiene por locura la sabiduría