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Mostrando entradas de enero, 2019

El Espíritu del Señor está sobre mí

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TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO “C” Nehemías 8, 2-4a. 5-6.8-10; 1 Corintios 12,12-31a; Lucas 1,1-4; 4,14-21 Jesús es ungido por el Espíritu Santo  Queridos hermanos y hermanas en este Tercer Domingo del tiempo Ordinario, dentro del Marco de la Jornada Mundial de la Juventud, en nuestro Continente Americano, concretamente en Panamá, nos volvemos a reunir en la Asamblea dominical como miembros del cuerpo de Cristo. Es como si de alguna manera, todos aquellos que de verdad hemos tenido un encuentro profundo, real y constante con Dios, estuviésemos solamente esperando esto momento intenso para poder volcar nuestra mirada, nuestra mente y nuestro corazón a aquel que siempre nos espera. Por eso hoy la liturgia nos recuerda que al formar  el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12,27) , todos hemos de estar en sintonía con el Espíritu Santo. Ha de ser el Espíritu santo quien nos mueva a participar de manera consciente, activa y devota en nuestra liturgia. Nosotros, por nuestra
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Cuanto más corres en la vida espiritual, menos cansancio se siente; de hecho, la paz, un preludio al gozo eterno, se apoderará de nosotros y seremos felices y fuertes en la medida en que al vivir en este empeño, haremos que Jesús viva en nosotros, mortificándonos. (P. Pío, AdFP 559) Nella vita spirituale più si corre e meno si sente fatica; anzi, la pace, preludi all´eterno gaudio,   s´impossesserà di noi e saremo felici e forti a misura che vivendo in questo studio, faremo vivere Gesù in noi, mortificando noi stessi. (P. Pío, AdFP 559).

Busca el camino que te conduzca a la bendición de Dios

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De la carta de san Clemente primero, papa, a los Corintios (Caps. 31-33: Funk 1, 99-103) POR LA FE, DIOS JUSTIFICÓ A TODOS DESDE EL PRINCIPIO Procuremos hacernos dignos de la bendición divina y veamos cuales son los caminos que nos conducen a ella. Consideremos aquellas cosas que sucedieron en el principio. ¿Cómo obtuvo nuestro padre Abrahán la bendición? ¿No fue acaso porque practicó la justicia y la verdad por medio de la fe? Isaac, sabiendo lo que le esperaba, se ofreció confiada y voluntariamente al sacrificio. Jacob, en el tiempo de su desgracia, marchó de su tierra, a causa de su hermano, y llegó a casa de Labán, poniéndose a su servicio; y se le dio el cetro de las doce tribus de Israel. El que considere con cuidado cada una de estas cosas comprenderá la magnitud de los dones concedidos por Dios. De Jacob, en efecto, descienden todos los sacerdotes y levitas que servían en el altar de Dios; de él desciende Jesús, según la carne; de él, a través de la tribu de Jud

"TODO FUE CREADO POR EL Y PARA EL"

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Del sermón de san Atanasio, obispo, contra los gentiles (Núms. 42-43: PG 25, 83-87) TODO, POR EL VERBO, COMPONE UNA ARMONÍA VERDADERAMENTE DIVINA Ninguna cosa de las que existen o son hechas empezó a ser sino en él y por él, como nos enseña el evangelista teólogo, cuando dice: En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada. Así como el músico, con la lira bien templada, ejecuta una armonía, combinando con los recursos del arte los sonidos graves con los agudos y los intermedios, así también la Sabiduría de Dios, teniendo en sus manos el universo como una lira, une las cosas de la atmósfera con las de la tierra, y las del cielo con las de la atmósfera, y las asocia todas unas con otras, gobernándolas con su voluntad y beneplácito. De este modo, produce un mundo unificado, hermosa y armoniosamente ordenado, sin que por ello el Verbo de Dios deje de permanecer inmutable

El Hijo lleva a la perfección todas las cosas

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Del tratado de san Ireneo, obispo, contra las herejías (Libro 4, 6, 3. 5. 6. 7: SC 100, 442. 446. 448-454) EL PADRE ES CONOCIDO POR LA MANIFESTACIÓN DEL HIJO Nadie puede conocer al Padre sin el Verbo de Dios, esto es, si no se lo revela el Hijo, ni conocer al Hijo sin el beneplácito del Padre. El Hijo es quien cumple este beneplácito del Padre; el Padre, en efecto, envía, mientras que el Hijo es enviado y viene. Y el Padre, aunque invisible e inconmensurable por lo que a nosotros respecta, es conocido por su Verbo, y, aunque inexplicable, el mismo Verbo nos lo ha expresado. Recíprocamente, sólo el Padre conoce a su Verbo; así nos lo ha enseñado el Señor. Y, por esto, el Hijo nos revela el conocimiento del Padre por la manifestación de sí mismo, ya que el Padre es conocido por la manifestación del Hijo: todo es manifestado por obra del Verbo. Para esto el Padre reveló al Hijo, para darse a conocer a todos a través de él, y para que todos los que creyesen en él mereciesen ser reci

Sólo el amor es digno de ser amado

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De la Regla monástica mayor de san Basilio Magno; obispo (Respuesta 2,1: PG 31, 908-910) TENEMOS DEPOSITADA EN NOSOTROS UNA FUERZA QUE NOS CAPACITA PARA AMAR El amor de Dios no es algo que pueda aprenderse con unas normas y preceptos. Así como nadie nos ha enseñado a gozar de la luz, a amar la vida, a querer a nuestros padres y educadores, así también, y con mayor razón, el amor de Dios no es algo que pueda enseñarse, sino que desde que empieza a existir este ser vivo que llamamos hombre es depositada en él una fuerza espiritual, a manera de semilla, que encierra en sí misma la facultad y la tendencia al amor. Esta fuerza seminal es cultivada diligentemente y nutrida sabiamente en la escuela de los divinos preceptos y así, con la ayuda de Dios, llega a su perfección. Por esto, nosotros, dándonos cuenta de vuestro deseo por llegar a esta perfección, con la ayuda de Dios y de vuestras oraciones, nos esforzaremos, en la medida en que nos lo permita la luz del Espíritu Santo, por av