La confianza te colmará de alegría y de fotaleza.
5 de diciembre
No es abandono sino amor lo que te demuestra el dulcísimo Jesús. De ningún modo es verdad que tú, en este estado de aridez y de desolación de espíritu en que te ha puesto el amorosísimo Salvador, ofendes a Dios, porque su gracia vigilante te preserva muy bien de tales ofensas.
Por tanto, si, como es verdad, no ofendes a Dios y, por el contrario, lo estás amando en esta situación querida por él, ¿qué motivos tienes para angustiarte?, ¿por qué tienes que afligirte? Reemprende, pues, tu subida a la cruz, tiéndete sobre ella y ten paciencia contigo misma, porque en vuestra paciencia – nos dice el divino Maestro – salvaréis vuestra alma. Y esta situación será tanto más duradera cuanto menos mezclada esté con preocupaciones e inquietudes.
(6 de diciembre de 1916, a Herminia Gargani – Ep. III, p. 659)
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