Cristo Resucitado te da la fortaleza
29 de abril
Te ruego, pues, que te consueles también tú con este
divino pensamiento: que tus penas espirituales y físicas son la prueba del
querer divino, que desea por ese camino conformarte más al prototipo divino, a
Jesucristo. […].
Para quien espera en el Señor sentirse tranquila de
conciencia, no puede provenir más que del mismo Dios. Te sirva esto de
respuesta a tu otra pregunta.
No sentir atracción alguna por algún lugar de este mundo
terrenal, no puede tener como autor a otro fuera de Dios, que quiere separar al
alma de todo lo que no sea él.
(28 de septiembre de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 500)
La experiencia fundante de la Resurrección de Jesucristo, nuestro Dios y Señor
es la certeza del amor de Dios. Por ello haz de conformarte siempre y en todo a
la voluntad de Dios. Sí, es verdad que no siempre es fácil, más aún que muchas
veces es casi imposible, pero el Espíritu de Cristo Resucitado te da la
fortaleza, te da la gracia, te da la entereza para poder seguir adelante con
las pruebas físicas, morales y espirituales que muchas veces salen a tu
encuentro. La lucha por ser fiel a Dios va a ser una constante en tu vida y la
fidelidad consiste no en hacer grandes cosas, sino acudir siempre y en todo a Jesucristo
Vivo y Resucitado que te conduce al Padre. Un medio preciso y exacto para poder
caminar en la voluntad de Dios, es sin lugar a dudas la Santa Madre Iglesia que
nos ofrece los sacramentos. Ella, La Iglesia nos recuerda de parte del
Resucitado que si hemos muerto con Él, viviremos con Él. El signo de esta
certeza real es el bautismo, signo de regeneración, signo de vida nueva, signo
de amor verdadero y confiado a Dios en Jesús que ha de ser la vida de cada
Cristiano. No te rindas, la vida con todas sus luchas y vicisitudes tiene
sentido desde la Vida de Cristo resucitado. Fórjate en la fe, la esperanza y la
caridad y alcanzarás la plenitud de la vida y además te convertirás en
testimonio para los que te rodean.
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