Maria Francesca di Gesù (Anna Maria Rubatto) (1844-1904) Fundadora de las Terciarias Capuchinas y, partiendo para América Latina, se esforzó al máximo por servir a los pobres. Primera Beato de Uruguay

 Maria Francesca di Gesù (Anna Maria Rubatto)

(1844-1904)

Fundadora de las Terciarias Capuchinas.

Partiendo para América Latina, se esforzó al máximo por servir a los pobres. Primera Beato de Uruguay[1]

 

VIDA Y OBRAS

 

 

Anna Maria Rubatto nació en Carmagnola, en la provincia de Turín (Piamonte), el 14 de febrero de 1844. A los cuatro años perdió a su padre ya los diecinueve años perdió también a su madre; tras estos lutos decide trasladarse a Turín. Desde temprana edad cultivó una profunda espiritualidad, fruto del amor a Dios, aprendido en el día a día de la vida familiar.

 

En la capital piamontesa se convirtió en dama de honor de la noble Marianna Scoffone y de 1864 a 1882 también la ayudó en la gestión de sus cuantiosos bienes. En estos años dedicó su vida a las obras de caridad, a la enseñanza del catecismo, a la visita de los enfermos de Cottolengo ya los más desfavorecidos de la sociedad piamontesa.

 

En el verano de 1883 acude a Loano para unos tratamientos marinos y un día, al salir de la iglesia que frecuentaba todas las tardes, escucha por casualidad las lágrimas y las quejas de un joven obrero no cualificado golpeado por una piedra caída del andamio. Le había disparado en la cabeza. Anna Maria inmediatamente lo ayuda, lava y trata su herida y, al despedirlo, le da el dinero equivalente a dos días de trabajo y lo envía a casa para que se recupere del accidente. La obra en la que trabajaba aquel obrero no cualificado estaba destinada a una comunidad femenina para la que se buscaba directora: el padre capuchino Angelico (Martini) de Sestri Ponente, que apoyaba la iniciativa, intuyó inmediatamente en Anna Maria a la persona idónea para llevar a cabo esa delicada tarea.

 

Anna Maria escucha con sorpresa la propuesta del padre Angélico, que ahora tiene 40 años y una vida bien organizada, marcada por el trabajo diario, la oración y las obras de caridad cristiana. Comenzó así un intenso período de discernimiento, confrontándose con su Director espiritual y con San Juan Bosco con quien se comprometía en el oratorio. Finalmente, después de tanto rezar, Anna Maria decide formar parte de la nueva familia religiosa que se estaba formando. El Instituto de las Terciarias Capuchinas de Loano (en 1973 el Instituto tomará el nuevo nombre de Hermanas Capuchinas de Madre Rubatto) nació el 23 de enero de 1885 cuando cinco mujeres comenzaron su vida en común y de servicio a la Iglesia y al pueblo de Dios. 

 

Anna Maria cambió su nombre a Sor Maria Francesca di Gesù y por mandato de Mons. Salvatore Magnasco, Arzobispo de Génova, es el primer superior de la comunidad. En solo tres años, el Instituto inició su expansión con la apertura de nuevas casas en Génova-Voltri, Sanremo, Portomaurizio, Levanto. En 1892 la Madre Frances llevó a sus hermanas a Montevideo en Uruguay y de allí, después de poco tiempo, a Argentina y Brasil. Siete veces cruza el océano para acompañar, visitar y animar a sus amadas hijas. Serán muchos los viajes entre Argentina y Brasil durante los ocho años de estadía en esta parte del mundo. En 1899 abrió la casa de Altro Alegre en el norte de Brasil para ayudar a los frailes menores capuchinos en la misión "San José de la Providencia". Sólo dieciocho meses después de la llegada de las monjas, el 13 de marzo de 1901, las siete monjas serán asesinadas junto con los 4 frailes capuchinos, dos terciarios y 240 fieles, a manos de unos indígenas incitados por turbios personajes. Es un golpe muy duro en el corazón de la Madre Francesa que, sin embargo, no se rinde y sigue formando a las hermanas y acompañándolas en su donación al Señor. 

 

En 1902 la Madre Francisca emprende un nuevo viaje de Génova a Montevideo. Una visita pastoral que debería haberse desarrollado durante algunas semanas, pero que se prolongó durante dos años. Sor Muerte la visitó en Montevideo el 6 de agosto de 1904. Dejó un claro testimonio de fidelidad al Evangelio, de amor a Cristo, de servicio a la Iglesia y de entrega a los pobres. 

 

"ITER" DE LA CAUSA

 

a) Con miras a la beatificación

 

 La fama de santidad que gozó en vida la Madre María Francesca di Gesù continuó y se amplió después de su muerte, por lo que el 21 de noviembre de 1941 se instruyó el Proceso Ordinario en el Arzobispado de Montevideo, que finalizó el 16 de mayo de 1945. El 27 de enero de 1947 el Proceso Ordinario se instituyó en la Curia Arzobispal de Génova que finalizó el 17 de abril de 1948. El 21 de noviembre de 1944 se inició el Proceso Rogatorio en la Curia Episcopal de Albenga que se cerró el 28 de marzo de 1946. 

 

El 22 de julio de 1952 se dictó el decreto sobre los escritos de la Sierva de Dios y el 13 de abril de 1967 se dictó el decreto de introducción de la Causa. Los Procesos Apostólicos tuvieron lugar en Montevideo del 25 de julio de 1967 al 8 de septiembre de 1970 y en Génova del 10 de mayo de 1968 al 12 de mayo de 1970. 

 

Emitido el decreto de validez legal de la Información y Procesos Apostólicos, el 12 de diciembre de 1975, se preparó la Positio para el procedimiento previsto por la Congregación para las Causas de los Santos. 

 

El Congreso extraordinario de Consultores Teológicos, realizado el 22 de diciembre de 1987, dio una respuesta positiva a la duda sobre el ejercicio heroico de las virtudes. La Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos fue pronunciada en el mismo sentido en la sesión del 12 de abril de 1988. La promulgación del decreto sobre las virtudes heroicas tuvo lugar en presencia del Santo Padre el 1 de septiembre de 1988. 

 

El acontecimiento extraordinario para la beatificación ocurrió el 8 de abril de 1939 y se trató de la curación inexplicable de un niño que sufría de shock séptico que complicaba una sepsis postamigdalectomía por inflamación purulenta. 

La investigación diocesana se llevó a cabo en la curia arzobispal de Génova en 1951. La validez legal de la investigación fue reconocida por la Congregación para las Causas de los Santos con un decreto del 12 de noviembre de 1991. 

 

El Consejo Médico, el 8 de octubre de 1992, consideró inexplicable la recuperación. 

 

El caso fue examinado, con resultados positivos unánimes, por los Consultores Teológicos el 11 de diciembre de 1992. 

 

En la sesión de la Sesión Ordinaria del 9 de marzo de 1993, los Cardenales y los Obispos juzgaron el caso presentado como un verdadero milagro atribuido a la intercesión de la Venerable María Francisca de Jesús La promulgación del decreto tuvo lugar el 2 de abril de 1993.

 

La beatificación solemne tuvo lugar en la basílica vaticana el 10 de octubre de 1993.

 

b) Con miras a la canonización

 

 El 24 de marzo de 2000, en Colonia (Uruguay) se produjo la inexplicable recuperación de un joven que sufría un trauma craneoencefálico con hemorragia subaracnoidea severa, coma severo, hipertensión intracraneal y daño axonal generalizado. 

 

La consulta diocesana se llevó a cabo en la curia arzobispal de Montevideo (Uruguay) del 11 de mayo de 2005 al 21 de agosto de 2006. 

 

El decreto de validez legal fue emitido por la Congregación para las Causas de los Santos el 24 de mayo de 2013. 

El Consejo Médico, el 24 de enero de 2019, expresó por unanimidad una opinión positiva sobre la inexplicable ausencia de desenlaces neurológicos. 

 

El Congreso de Consultores Teológicos se pronunció el 29 de octubre de 2019, siempre por unanimidad y afirmativamente, sobre el milagro y su atribución a la Beata María Francisca de Jesús, a las mismas conclusiones llegó la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos, reunida el 18 de febrero. 2020. 

 

El Santo Padre Francisco luego, el 21 de febrero de 2020, ratificó la opinión de los Cardenales y Obispos, autorizando la promulgación del Decreto súper milagroso.

 

El Santo Padre Francisco la caninizó en La Plaza de san Pedro, en Roma el 16 de Mayo de 2022.

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[1] Traducida del Original Italiano de la Página Web: 

http://www.causesanti.va/it/santi-e-beati/maria-francesca-di-gesu.html