Jesucristo es el Médico y la Medicina del Cuerpo y del Espíritu
9 de julio
Abre el corazón a este médico celestial de las almas y abandónate con confianza plena entre sus brazos santísimos. Él te trata como a elegida para seguir de cerca a Jesús por el camino del Calvario; y yo veo, con alegría y con vivísima conmoción de mi espíritu, este modo de actuar de la gracia en ti. Ten la certeza de que todo lo que está sucediendo en tu alma está programado por el Señor; y, por tanto, no tengas miedo a encontrarte con el mal, es decir, a ofender a Dios.
Que te baste saber que en todo esto tú en modo alguno ofendes al Señor; al contrario, él es cada vez más glorificado.
(19 de mayo de 1914, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 87)
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