Tu confianza esté puesta siempre en Dios
3 de julio
No te dejes asustar por los asaltos de satanás; tu confianza esté puesta siempre en Dios; en ella debes ir creciendo cada día, y lo debes demostrar de modo especial en la prueba que ahora soportas, y que deberá redundar en gloria de Dios y en una gran victoria para tu alma. No te aflijas más de lo necesario; alégrate, que la guerra no tardará en llegar a su fin. No pasará mucho tiempo antes de que comiencen las negociaciones y los gastos de la guerra se adjudicarán al enemigo de Dios, al enemigo de las almas. ¡Qué hermoso será el mediodía que el buen Dios hará brillar después de la purga! Que te anime, pues, este dulce pensamiento a combatir con valentía el buen combate.
Ya desde ahora te deseo con gran alegría en el Señor el hermoso día de nuestro rescate. ¡Viva Jesús siempre en tu espíritu!
(25 de marzo de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 373)
Comentarios
Publicar un comentario