SEMANA SANTA – TRIDUO PASCUAL
SEMANA SANTA –
TRIDUO PASCUAL
“Cantaré
eternamente la misericordia del Señor” (Cf. Sal 88)
Lo que a continuación presentamos son las reflexiones personales que se
han venido fraguando en el pensamiento de alguien que a la Luz de la Palabra y
bajo la acción del Espíritu Santo ha querido hacer llegar de manera sencilla y
accesible todo el sentido de la Semana Santa y sobre todo el Triduo Pascual que
es el corazón de la liturgia a la comunidad desde la perspectiva
evangelizadora. El objetivo es logar llegar verdaderamente preparados y
renovados para celebrar dichos misterios.
No estamos presentando un estudio científico de carácter estrictamente
exegético, litúrgico o histórico, sino simple y sencillamente presentamos los
aspectos de la Semana Santa desde la perspectiva del Amor. Recordemos que “Dios
nos ha amado primero” (Cf. 1 Jn 4,10) y “Porque
tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único, no para condenar al
mundo sino para que el mundo se salve” (Jn 3,16). Así que este recorrido que
hacemos de manera sencilla simplemente trata de mostrar en cuanto esto sea
posible el Amor de Dios a toda la humanidad. Un amor que ha de llevarnos a
dejarnos amar por Él, a dejarnos salvar por Él y en consecuencia a amar a
nuestros hermanos.
LA SEMANA SANTA
- En la Semana Santa acompañamos a Cristo en
su camino de la Cruz y en su “paso a la vida” con unas celebraciones
profundamente ricas y hermosas. No hemos de quedarnos simplemente como
expectadores, sino que nos hemos de abrir tan plenamente a la gracia de
Dios y a la acción del espíritu santo, de tal manera que formemos parte de
la obra redentora de Cristo Jesús viviendo en nosotros mismo en la medida
que Dios nos lo conceda también la Pasión de su Hijo Jesucristo. La conmemoración
de la Semana Santa ha de conducirnos de manera radical a un cambio de vida
por medio de las celebraciones que hemos de vivir. En estas celebraciones
lo principal es:
La Palabra
de Dios
Las oraciones
Los cantos
Los gestos
simbólicos
Un corazón
amante capaz de sorprenderse ante el colmo del Amor.
UNA SEMANA MUY ESPECIAL
- Una semana muy especial porque está
dividida en dos partes:
- Hasta el jueves por la mañana estamos aún
en cuaresma
- El jueves por la tarde iniciamos con el
Santo Triduo Pascual.
LA SEMANA SANTA: EL TRIUNFO DEL AMOR
- Semana auténtica, mayor, santa
- En el año litúrgico, la semana que precede
a la solemnidad de la Pascua ocupa el primer lugar por la importancia y la
venerable antigüedad de sus ritos, con los que la Iglesia conmemora los
misterios de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Por eso decimos
que esta semana y de manera particular el Triduo Pascual es el corazón de
año litúrgico.
- Los nombres con que esta semana ha sido
diferenciada de todas las demás del año litúrgico, han subrayado siempre
algo de excepcional, que ha venido a embellecer este espacio del tiempo.
SEMANA AUTÉNTICA
- Desde el siglo V, a esta semana se la ha
llamado AUTÉNTICA, como semana típica o principal del año, de acuerdo con
la cual deben modelarse todas las demás semanas. Así se le designa todavía
hoy en la liturgia ambrosiana.
SEMANA MAYOR
- Se le ha llamado semana MAYOR o semana
GRANDE.
- San Juan Crisóstomo explicaba: “No porque
estos días de esta semana sean más largos que los otros ni porque sean más
numerosos que en las otras semanas, sino porque EN ESTA SEMANA EL SEÑOR
HA LLEVADO A CABO LAS COSAS MÁS MARAVILLOSAS. Y cómo no va a ser maravillosa la redención de la humanidad
entera. Cómo no va a ser maravilloso el sabernos amados de manera única, especial
y personal por parte de Dios.
- En esta semana se ha concluido la larga
guerra,
- fue aniquilada la muerte y cancelada la maldición,
- se suprimió la esclavitud del demonio y le
fue arrebatada su presa.
- Dios se ha reconciliado con los hombres,
- el cielo se ha hecho accesible,
- los hombres se han unido con los ángeles,
- las cosas que estaban separadas se han
unido,
- se ha derribado el muro,
- la
barrera fue removida,
- el
Dios de la paz ha hecho que todo sea pacífico tanto en el cielo como en la
tierra.
SEMANA SANTA
- Un
nombre antiquísimo, ya lo encontramos en las Cartas festivas de san
Atanasio (+373). Hoy es el nombre más usado de todos, el más familiar
y más obligativo para quienes quieren vivir estos días de manera más espiritual
y cristiana.
- Si hay una liturgia, que debiera ayudarnos
a estar totalmente compenetrados, atentos, dispuesto y unidos para una
participación lo más plena, digna, piadosa y amorosa posible, ésta es la
liturgia de la gran semana.
- Y esto por una razón clara y profunda: el
misterio pascual, que encuentra en la semana santa su más alta y
conmovedora <expresión> y celebración, no es simplemente un momento
del año litúrgico, es la fuente de todas las demás celebraciones del mismo
año litúrgico, pues todas se refieren al misterio de nuestra redención, es
decir, al misterio pascual” (Pablo VI)
AMADOS POR EL SEÑOR MÁS ALLÁ DE TODO LÍMITE
- La semana santa se abre con el “hosanna,
bendito el que viene en nombre del Señor” del Domingo de Palmas y se
cierra con el “Aleluya” de la Pascua.
- Entre los dos extremos está la alegría de
saberse amados por el Señor “más allá de todo límite”, y de encontrarse
con Él a la mesa, en la que Él da a su Iglesia la eucaristía. Dios nos ha
amado sin límite ni medida de manera total y absoluta. Este amor lo
manifiesta en ese encuentro personal donde se parte y se comparte como
Alimento de Vida Eterna.
- Es el gozo de santificarse en la pasión de
Cristo, presentado el Viernes Santo como el Viviente, desde una cruz de
gloria y con la oferta de un amor que no será nunca negado por “quien, por amor, se ha sacrificado por
nosotros”.
- Es la aventura de poder llegar a ser
conformes con la imagen de Cristo resucitado, de manera que “no vivamos
más para nosotros mismo, sino para aquel que murió y resucitó por
nosotros”.
DOMINGO DE RAMOS – DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
- Támbién conocido como DOMINGO DE LA PASIÓN
DEL SEÑOR
La
Eucaristía inicia con la BENDICIÓN Y PROCESIÓN DE RAMOS, O PALMAS.
Cantos de
aclamación en honor de Cristo, para conmemorar su entrada en Jerusalén.
Tiene
particular importancia la lectura de la Pasión del Señor, este año según san
Mateo.
“Esta
asamblea litúrgica es el preludio de la Pascua del Señor… Jesús entra en
Jerusalén para dar cumplimiento al misterio de su muerte y resurrección.
Acompañamos con fe y devoción a nuestro Salvador en su entrada en la Ciudad
Santa” (Misal Romano)
LUNES SANTO: LA UNCION DEL AMOR
Después de una atmósfera cargada de
conflicto entre Jesús y sus adversarios que caracteriza los primeros días de la
semana, incluso de la semana anterior inmediata a la Semana Santa. Después de
esto días Jesús se encuentra con un oasis de dulzura en el desierto de la
amargura de su propia vida. Jesús es sujeto de una de las cosas más delicadas
de su vida terrena. Es objeto y testigo de un acto de gentileza que no había
experimentado nunca. Fue la unción en Betania.
- La unción en Betania, según el evangelista
Juan, sucede “seis días antes de la Pascua” (Jn 12,1); Según Mateo y
Marcos el episodio tuvo lugar el miércoles (Mt 26,6-13; Mc 14,3-9).
- El amor pone en el mundo una fragancia que
el tiempo no puede extinguir. La historia de aquella mujer sigue
conmoviendo el corazón. Un acto de amor no es cosa de un momento; deja en
el mundo algo que el tiempo no puede extinguir.
MARTES SANTO: LOS AVISOS DEL AMOR
Si nosotros tratamos
de ir y leer atentamente a la Sagrada Escritura podremos descubrir la última
semana de la vida de Jesucristo día a día y casi hora a hora. Recordemos que el
domingo es la entrada de Jesús en Jerusalén. Fue uno de los días más gloriosos
de la vida de Jesús. El lunes se lleva a cabo la purificación del templo. Jesús
echa de allí a los comerciantes y cambistas.
- Martes de controversia y de enseñanzas. En
aquel día cuatro grupos de enviados se llegaron a Jesús. Todos con la
intención de tenderle trampas.
- El primero le preguntaba con qué autoridad
había echado a los mercaderes del templo (Mc 11,27-33).
- El segundo trató de hacerlo incurrir en la
afirmación peligrosa de que se debía pagar el tributo al César (Mt 22,
15-21)
- El tercer grupo venía de parte de los
saduceos para cuestionarlo sobre la vida futura (Lc 20,27-38)
- La cuarta embajada quería saber cuál era
el más grande de los mandamientos (Mc 12,28-34)
MIERCOLES SANTO: LA TRAICION DEL AMOR
Nos encontramos con
Judas que es un hombre a quien Jesús ha dado un puesto de relieve entre los
doce. Lo ha designado como ecónomo, le confía la administración de lo poco que
podían tener. Judas guardaba la bolsa. Estando celebrando la Última Cena junto
con los otros discípulos en el Cenáculo. Judas sale de ahí, se ausenta antes de
que concluya la cena. Todos pensaron que iba a proveer lo necesario para la
cena de Pascua, o a buscar algo para dar a los pobres. Pero el Maestro que sabía
lo que había en el corazón de Judas le dice: “Lo que haz de hacer hazlo pronto”
(Jn 13,27). Jesús le manifiesta de manera total y absoluta su confianza a
Judas, tal vez para hacerlo consciente que el camino de la traición lo llevará
a la propia muerte.
A lo largo de los
siglos, la Iglesia ha reflexionado mucho sobre este enigmático acontecimiento.
Sobre el misterio tan grande que encierra la iniquidad de judas. ¿Cómo es
posible que un apóstol se haya convertido en traidor?
Durante mucho tiempo,
el Miércoles Santo estuvo cargado del recuerdo de la traición. El Miércoles Santo
era más doloroso que el mismo Viernes Santo. El Viernes Santo, el recuerdo de
la muerte de Jesús ya está permeado con la luz de la resurrección. El Miércoles
Santo, en cambio, está saturado solamente de la ignominiosa traición y del
pacto de Judas con el mal.
- El mismo día en que una mujer en Betania
vertía sobre la cabeza de Jesús aceite perfumado, como signo concreto de
su amor, Judas se reunía con los jefes del sanedrín para convenir en el
precio de la entrega del Maestro. (Cf. Mt 26,14-16; Mc 14,10; Lc 22,3-6).
- Nada sirve para alejar a Judas de su
proyecto de traición. Se trata de hacer arrestar a Jesús sin perturbar el
orden público.
SAGRADO TRIDUO PASCUAL
JUEVES SANTO: EL MEMORIAL DEL AMOR
- Día digno de alabanza:
- El Jueves Santo comienza con la misa
crismal. Mientras la procesión del ofertorio se acerca al altar, una
estrofa del canto saludará así: “Sea este para nosotros un día festivo.
Sea sagrado, sea digno de alabanza y que su memoria no envejezca nunca con
el tiempo”. Las palabras tratan de expresar la riqueza de la que ha
quedado cargado un día tal, cuando la generosidad de Dios ha sobrepasado
los límites de la imaginación humana.
JUEVES SANTO: EL MEMORIAL DEL AMOR: LA ULTIMA CENA
- Con el Jueves Santo por la tarde da
comienzo el Triduo Pascual.
- Institución de la Eucaristía: Al atardecer
de un día como éste, hace ya más de veinte siglos, Jesús está comiendo la
última cena con los Doce en un cenáculo en el que todo, por expreso deseo
de Jesús, ha estado bien preparado. En aquella bendita mesa y en aquel
lugar sagrado ha nacido para la Iglesia Católica el Sacramento que da Vida
Eterna: La Eucaristía. Que nació como sacrificio y acción de gracias por
excelencia. El pan y el vino, transustanciados se convierten en comida y
bebida del cuerpo y del espíritu. Alimento que da la vida eterna.
- Mandamiento del Amor: En este momento
glorioso Cristo Jesús nos enseña con su ejemplo cómo hemos de servir. Hemos
de ser siervos de todos para poder gozar de la plenitud del Reino de Dios.
- Institución del Sacerdocio Ministerial:
Con el Sacramente de la Eucaristía, y más concretamente con la Misa nació
el sacerdocio ministerial, por medio del cual algunos hombres llamado y
elegidos por Dios tienen la facultad y el poder para consagrar el Pan y el
vino, siendo testigos de la acción del Espíritu Santo que convierte el pan
y el vino en el Santísimo Cuerpo y la Santísima Sangre del Señor. Siendo también
testigos del Amor de Dios para con las almas.
- Lavatorio de los pies-Servirnos unos a
otros. Así nos encontramos con que en este día nació también el misterio
de la caridad, después de que Jesús ha lavado los pies a sus discípulos
manifestándoles así su amor incondicional, les envía a que ellos hagan lo
mismo: “Ustedes me llaman Señor y Maestro… les he dado ejemplo para que
ustedes hagan lo mismo” (Jn 13,15).
- Vigilia de Adoración del Santísimo
Sacramento. Acompañamos a Jesús en su Agonía en el Huerto de los Olivos. Ahí
fue donde Jesús se preparó la entrega total y absoluta que había de hacer
por la salvación de la humanidad.
Todo este día lo
vivimos desde la perspectiva de la entrega perene y generosa de nuestro Señor
Jesucristo que estando cenando con sus discípulos se entrega a sí mismo en la
fracción del Pan como el Alimento que da la vida eterna y en el compartir el
Cáliz como la Alianza Nueva y Eterna. De esta manera nos enseña cómo hemos de
entregarnos y amarnos unos a otros. Hemos de dar la vida por los demás.
Cristo Jesús ha
querido perpetuar aquel momento donde de manera extraordinaria se nos entrega a
través del sacerdocio ministerial que es el servicio mayor que se brinda a la
comunidad principalmente a través de la Eucaristía, no solamente para ser
distribuida en la Iglesia, sino además para ser eternamente adorada. De esta
manera los sacerdotes ejercen su vocación ministerial en nombre de Jesucristo,
único y eterno sacerdote.
VIERNES SANTO: LA REVELACION DEL AMOR
La Iglesia ha
celebrado el Jueves Santo como el día natalicio del cáliz de la primera misa de
Cristo: “Natale Calicis”. Los cristianos lo han mirado como el último paso
llevado a cabo por Cristo en su camino de amor al hombre: la Eucaristía. Por el
contrario el Viernes Santo, el cáliz glorioso de la última cena deja el lugar
al cáliz de la amargura, que el señor ha querido beber hasta la última gota.
- El Viernes Santo es el único día que no se
celebra misa en ninguna parte del mundo. Día triste en que densas
tinieblas cubren la faz de la tierra y el corazón del hombre que se
encuentra lejos de su Señor. Jesús ha muerto. Con su muerte Dios nos
manifiesta el inmenso amor que nos tiene, pero al mismo tiempo, el hombre
descubre la tremenda capacidad de hasta dónde puede llegar el pecado.
Hasta dar la muerte a su Dios.
- El altar está desnudo, sin mantel, sin velas, sin flores ni cruz.
- La liturgia consiste en la Pasión y Muerte del Señor.
VIERNES SANTO: DIA DE AMARGURA: DIOS HA MUERTO,
Hoy Viernes Santo, la
Iglesia, en los textos de su reflexión litúrgica, en sus oraciones, en sus
cantos, habla todavía de la propia tristeza al pensar que su Esposo Cristo es
de nuevo “entregado en las manos de los hombres” (Mt 17,22), que hacen con él
todo lo que quieren
- Se lee la Pasión de acuerdo al Evangelio
de San Juan.
- Se rezan Las Oraciones Universales, que en
este día son muy particulares y cada una tiene su oración conclusiva
propia.
- Se lleva a cabo Veneración de la Santa
Cruz.
- Finalmente se da la Comunión de la Reserva
del Santísimo que fue adorada durante la Vigilia del Jueves Santo..
- Es día de ayuno y abstinencia – de
oración, recogimiento y luto.
SÁBADO SANTO: DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS
Llegada la tarde del
día en que Jesús había sido crucificado, como ya era tiempo de preparación de
la pascua, y no se podía dejar el cuerpo de un ajusticiado en la cruz, José de Arimatea
fue a Pilato para pedirle permiso de dar sepultura al cuerpo de Jesús. Pilato,
maravillado de que Jesús hubiera muerto ya, encargó a José el cadáver de Jesús.
Éste, con Nicodemo, bajó de la cruz el cuerpo de Jesús, lo envolvió en un
lienzo y lo colocó en una tumba, tallada en la roca. (Cf. Mc 15,42-46; Jn
19,38-39).
En el símbolo de los
Apóstoles proclamamos el misterio pascual siguiendo los pasos señalados en los
evangelios: “padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado,
y afirmamos con la Iglesia: Jesús “descendió a los infiernos”.
JUNTO A LA TUMBA DEL SEÑOR
El misterio que llena
la jornada del Sábado Santo es tremendamente profundo. Éste día es el tiempo
que separa el Viernes Santo con la muerte de Jesús y el día de Pascua con su
resurrección. Como día de la muerte, no puede ser todavía el día en que Dios
vence la muerte. Y, sin embargo, es el día en que la vida eterna se ha
manifestado tan VIDA como para poder tomar sobre sí la muerte para superarla y
vencerla desde dentro. Es un día de profunda oración y contemplación de la
Soledad de María a quien acompañamos a los pies del sepulcro de su Hijo. Nuestra
oración ha de ser una oración de espera.
- Vigilia Pascual – Sábado de Gloria.
- Es una de las celebraciones litúrgicas más antiguas de la Iglesia. La Pascua es la obra de la redención del señor hecha presente, cada año, en la Iglesia; es la aplicación de los actos redentores de Cristo a la vida de los fieles. Por medio del rito sagrado, los fieles entran en el acto mismo del Señor y participan como miembros en la acción de la Cabeza. Solamente cuando contemplamos la fiesta litúrgica desde la luz se puede comprender cómo la Iglesia espera la Pascua, la prepara durante una Cuaresma de penitencia y de ayuno, y la celebra con plenitud de emoción y con tanta riqueza de ritos.
- La Vigilia consiste de cuatro partes.
- Liturgia de la Luz
- Liturgia de la Palabra
- Liturgia Bautismal
- Liturgia Eucarística
SABADO SANTO: LITURGIA DE LA LUZ = LUCERNARIO
- Servicio de la Luz. Encender y bendecir el fuego nuevo y
el Cirio Pascual. Para llevarlo en la oscuridad de la Iglesia. Su luz es
la Luz de Cristo que nos iluminara en nuestra jornada de
fe. El Pregona Pascual, nos regocija en la realidad y bendiciones
presentes de Dios por medio del paso de Cristo Jesús.
SÁBADO SANTO: LA LITURGIA DE LA PALABRA
- Liturgia de la
Palabra. La secuencia de
las lecturas del Antiguo Testamento y los salmos nos recuerdan la
historia de la alianza del pueblo Judío y de cómo Cristo nos guía. Las
lecturas cubren desde el tiempo de la creación hasta la promesa del Éxodo.
Se escucha él como el pueblo Judío es liberado de la esclavitud de los
egipcios. Ahora a nosotros Cristo Jesús nos libera de la esclavitud por
medio de nuestro Bautismo.
SÁBADO SANTO: LITURGIA BAUTISMAL
- Liturgia del
Bautismo. En las primeras
comunidades cristianas la Vigilia Pascual era el tiempo para los
bautismos. Las personas recibían un periodo de preparación de tres años.
Se preparaban ayunando y haciendo oración. Ahora, son nuestros catecúmenos
los que reciben la Iniciación Cristiana la noche Santa de la Vigilia
Pascual. Bautismo, Confirmación y Primera Comunión. Que son los
Sacramentos de la Iniciación Cristiana.
SÁBADO SANTO: LITURGIA EUCARÍSTICA
- Liturgia de la
Eucaristía. Por el Pan y
el Vino Jesús viene a nosotros en la Eucaristía. El llega a la oscuridad
de nuestras vidas con su vida Resucitada. El tiempo de esperar se
completa, pero justo ahora debemos ver hacia adelante al final de los
tiempos cuando el Banquete Pascual llegue a nosotros, para siempre, cuando
veamos al Resucitado cara a cara en el cielo.
CONCLUSIÓN:
La mañana del Primer Día
de la Semana nos encontramos gozosos con el anuncio de nuestra Madre la Iglesia
que proclama solemnemente la Resurrección de Jesucristo. La tumba está vacía.
Jesús de Nazaret ya no está ahí. ¡Ha Resucitado! La muerte ya no tiene ningún
poder sobre Él. Que el recorrido que hemos hecho al leer esta líneas nos
conduzcan verdaderamente a la vivencia de una Semana Santa para que de manera
particular en la Liturgia del Triduo Pascual podamos resucitar juntamente con
quien es el Camino, la Verdad y la Vida.
Paz y Bien.
Fray Pablo, Jaramillo
Escobar, OFMCap.
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