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Mostrando entradas de abril, 2013

Transformate totalmente a la voluntad de Dios

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29 de abril Te ruego, pues, que te consueles también tú con este divino pensamiento: que tus penas espirituales y físicas son la prueba del querer divino, que desea por ese camino conformarte más al prototipo divino, a Jesucristo. […]. Para quien espera en el Señor sentirse tranquila de conciencia, no puede provenir más que del mismo Dios. Te sirva esto de respuesta a tu otra pregunta. No sentir atracción alguna por algún lugar de este mundo terrenal, no puede tener como autor a otro fuera de Dios, que quiere separar al alma de todo lo que no sea él. (28 de septiembre de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 500)   “Padre si es posible aparta de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lc 22,42). Las palabras pronunciadas por nuestro adorado Maestro y Salvador Jesucristo te dan la certeza de que al hacer la voluntad de Dios estarás firme en inconmovible en la Fe ante cualquier circunstancia que te toque vivir. Dios mismo quiere que vivas una to

Mantente firme en el combate!

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23 de abril Déjate guiar amorosamente por la divina providencia, ya sea que te quiera hacer caminar por tierra y por desiertos, ya sea por las aguas de las consolaciones sensibles y espirituales. Ten en tu mano tu « bouquet » (perfume); pero, si se presenta algún otro olor delicioso, no dejes de olerlo, dando gracias, porque el « bouquet » se lleva para no quedarse por mucho tiempo sin algún consuelo y placer espiritual. Mantente firme en todas las situaciones a las que Jesús quiera llevarte para que tu corazón sea totalmente para él; no hay cosa mejor que ésta. Despójate, pues, de todas las cosas que te esclavizan, a base de renuncias continuas a tus afectos terrenos; y convéncete de que el rey del cielo te ofrecerá sus regalos para atraerte a su amor. Veo en tu corazón una resolución profunda de querer servir a Dios; y esto me garantiza que tú serás fiel en los ejercicios de la santa devoción y en el esfuerzo constante por adquirir las virtudes. Pero te recuerdo

Cristo Buen Pastor sea tu consuelo y guía.

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22 de abril ¡Qué felicidad tan grande la de servir a Jesús en el desierto, sin maná, sin agua y sin otros consuelos que los de estar bajo su guía y sufrir por él! Que la Virgen Santísima pueda nacer en nuestros corazones para regalarnos sus bendiciones. Durante este estado de aridez y de desolación de espíritu, no te inquietes por no poder servir a Dios según tu querer; ya que, adaptándote a sus deseos, tú le sirves de acuerdo al suyo, que es bastante mejor que el tuyo. No nos debe preocupar ni angustiar ser de Dios de una manera más que de otra. Y esto porque nosotros no buscamos más que a él, y no lo encontramos menos cuando caminamos en tierra árida y por desiertos que cuando caminamos sobre las aguas de las consolaciones sensibles. Como consecuencia, es necesario vivir contentos lo mismo en un camino que en el otro. (11 de enero de 1917, a Lucía Fiorentino – Ep. III, p. 480)      

Es necesario amar de verdad.

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19 de abril D etengámonos un poco en la virtud del amor a Dios. ¿Qué es este amor? Antes de dar una respuesta a esta pregunta, es necesario tener presente que uno es el amor sustancial a Dios y otro el amor accidental; y que este último a su vez se distingue en amor accidental sensible y en amor accidental espiritual. Hecha esta distinción, vayamos ahora a responder a la pregunta antedicha. El amor sustancial a Dios es el acto simple y sencillo de preferencia, con el que la voluntad antepone a Dios a toda otra realidad, a causa de su infinita bondad. El que ama de este modo a Dios, lo ama con amor de caridad sustancial. Pero, si a este amor sustancial a Dios se une la suavidad, si esta suavidad se contiene y se queda toda ella en la voluntad, tendremos entonces el amor accidental espiritual. Si dicha suavidad desciende además al corazón y se hace sentir con ardor, con dulzura, tendremos entonces el amor accidental sensible.   (9 de enero de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep

"El corazón de Jesús y el mío, se fusionaron"

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16 de abril ¿Cómo podré narrar las nuevas victorias de Jesús en mi alma en estos días? Me limito a contarle lo que me sucedió el martes pasado. ¡Qué gran fuego encendido sentí en mi corazón ese día! Pero sentí también que este fuego fue encendido por una mano amiga, por una mano divinamente celosa. […]. Terminada la misa, me entretuve con Jesús dándole gracias. ¡Oh, qué suave fue el coloquio con el paraíso que tuve en aquella mañana! Fue tal que, aun intentando decirle todo, no podría conseguirlo; hubo cosas que no se puede traducir a un lenguaje humano, sin que pierdan el sentido profundo y celeste. El corazón de Jesús y el mío, permítame la expresión, se fusionaron. No eran ya dos corazones que palpitaban, sino uno solo. Mi corazón había desaparecido como una gota de agua que se disuelve en el mar. Jesús era el paraíso, el rey. La alegría en mí era tan intensa y tan profunda que no me pude contener más; las lágrimas más deliciosas me llenaron el rostro. Sí, padre

Dios cuida de Ti siempre!

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15 de abril ¿Acaso no ha asegurado el Señor que él es fiel y que no permitirá jamás que seamos derrotados?: «Fiel es Dios que no permitirá que seáis tentados sobre vuestras fuerzas. Antes bien, con la tentación os dará fuerzas suficientes para superarla» . ¿Y cómo, hermana mía, se podría aceptar lo contrario? ¿Acaso Dios no es bueno, mucho más de lo que nosotros podamos pensar? ¿No está él mucho más interesado que nosotros en nuestra salvación? ¿Cuántas veces nos ha dado prueba de ello? ¿Cuántas victorias tú has conseguido sobre tus enemigos tan poderosos y sobre ti misma, gracias a la asistencia divina, sin la cual habrías quedado irremediablemente aplastada? Pensemos en el amor que Jesús nos tiene y en su interés por nuestra felicidad; y quedémonos tranquilos y no dudemos de que él nos asistirá siempre con cuidado más que paterno ante todos nuestros enemigos. (28 de julio de 1914, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 138)

El verdadero consuelo es el que viene del Señor

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11 de abril Piensa en aquel gran abandono que sufrió nuestro Señor en el huerto de los olivos, y observa a este amado Hijo, que pide al Padre algún alivio; pero, sabiendo que el Padre no quiere otorgárselo, ya no piensa en ello ni se decide a pedirlo; y, como si nunca hubiera deseado ese alivio, retoma con valentía y coraje la obra de nuestra redención. En los momentos de extrema desmoralización, pide también tú al Padre del cielo que te conforte, que te consuele; y, si a él no le place hacerlo, no pienses más en ello, pero ármate de valor y reemprende la obra de tu salvación en la cruz, como si nunca te tuvieras que bajar de ella y como si nunca pudieras ver sereno el horizonte. ¿Qué quieres, hijita mía? Es necesario ver y hablar a Dios entre truenos y vientos huracanados. Conviene verlo entre las zarzas y el fuego de los espinos; y para continuar, hijita mía, es necesario descalzarse y renunciar enteramente a tu voluntad y a tus caprichos. (6 de diciembre de 191,7 a

''Cristo ha vencido al mal de modo pleno y definitivo''

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''Cristo ha vencido al mal de modo pleno y definitivo''           Palabras del papa Francisco en el rezo del ''Reina Coeli'' de hoy Por Francisco papa CIUDAD DEL VATICANO, 01 de abril de 2013 ( Zenit.org ) - A mediodía, este Lunes de la Octava de Pascua, o Lunes “del Ángel” el papa Francisco rezó, con los miles de fieles y peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, la oración mariana del Regina Coeli , que sustituye el Ángelus en este tiempo pascual. Ofrecemos el texto de las palabras del santo padre. ***** Queridos hermanos y hermanas: ¡Buena Pascua a todos ustedes! Les agradezco que hayan venido también hoy en gran número, para compartir la alegría de la Pascua, misterio central de nuestra fe. Que la fuerza de la Resurrección de Cristo llegue a cada persona –especialmente a quien sufre– y a todas las situaciones más necesitadas de confianza y esperanza. Cristo ha vencido al mal de modo pleno y definitivo, pero nos corresponde a n

Cristo Resucitó. Aleluya!

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Queridos amigos y hermanos todos: Paz y Bien aleluya! Aleluya! Al contemplar en la oraci ón   y   en el silencio la ternura, el amor y la misericordia de Cristo crucificado y resucitado, “…E s como si dejara trasparentar una energía condensada pero potente; [una fuerza potente, auténtica y firme que da seguridad plena a nuestra vid a] es como si   [Cristo resucitado] nos dijera: ten confianza, no pierdas la esperanza; la fuerza del amor de Dios, la fuerza del Resucitado, todo lo vence ” . Que este Año de la Fe el Señor nos conceda la gracia de creer verdaderamente en Él y actuar en consecuencia. Les saludo con el cariño de Jesús Resucitado y les deseo desde lo más profundo de mi corazón que en este santísimo tiempo de pascua abran verdaderamente su corazón y su mente al Dios de la vida, de amor y de la paz, para que puedan descubrir lo que significa ser personas resucitadas. En necesario que recuerden y acepten que Dios en Jesús resucitado puede transformar absolutam