Transformate totalmente a la voluntad de Dios
29 de abril
Te ruego, pues, que te consueles también tú con este
divino pensamiento: que tus penas espirituales y físicas son la prueba del
querer divino, que desea por ese camino conformarte más al prototipo divino, a
Jesucristo. […].
Para quien espera en el Señor sentirse tranquila de
conciencia, no puede provenir más que del mismo Dios. Te sirva esto de
respuesta a tu otra pregunta.
No sentir atracción alguna por algún lugar de este mundo
terrenal, no puede tener como autor a otro fuera de Dios, que quiere separar al
alma de todo lo que no sea él.
(28 de septiembre de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 500)
“Padre si
es posible aparta de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lc 22,42). Las
palabras pronunciadas por nuestro adorado Maestro y Salvador Jesucristo te dan
la certeza de que al hacer la voluntad de Dios estarás firme en inconmovible en
la Fe ante cualquier circunstancia que te toque vivir. Dios mismo quiere que vivas
una total transformación de tu ser. Pero no se trata de cualquier
transformación, sino de una “Cristificación”. Cada vez más has de ser como Jesús
que es el máximo y único Modelo a seguir. Cuanto más vayas conformando y
configurando tu mente, tu corazón y tu vida a la mente, al corazón y a la vida
de Cristo Jesús más irás experimentando en ti el anhelo de lo divino, de lo
trascendente: el anhelo de Dios. Consuélate pues con esta certeza y asume que
todo cuanto vives sirve para unirte cada vez más a Él que es “El Camino, La
Verdad y La Vida" (Jn 14,6).
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