Cristo Resucitó. Aleluya!




Queridos amigos y hermanos todos: Paz y Bien aleluya! Aleluya!

Al contemplar en la oración  y  en el silencio la ternura, el amor y la misericordia de Cristo crucificado y resucitado, “…Es como si dejara trasparentar una energía condensada pero potente; [una fuerza potente, auténtica y firme que da seguridad plena a nuestra vida] es como si  [Cristo resucitado] nos dijera: ten confianza, no pierdas la esperanza; la fuerza del amor de Dios, la fuerza del Resucitado, todo lo vence.
Que este Año de la Fe el Señor nos conceda la gracia de creer verdaderamente en Él y actuar en consecuencia.

Les saludo con el cariño de Jesús Resucitado y les deseo desde lo más profundo de mi corazón que en este santísimo tiempo de pascua abran verdaderamente su corazón y su mente al Dios de la vida, de amor y de la paz, para que puedan descubrir lo que significa ser personas resucitadas. En necesario que recuerden y acepten que Dios en Jesús resucitado puede transformar absolutamente toda la realidad que nos circunda, recuerden siempre y graven en su corazón que no existe en este mundo realidad o situación alguna que Dios no pueda transformar, que Dios no pueda reavivar, que Dios no pueda hacer nueva. Aún tu propio pecado y el mío, es el motivo de la muerte de Jesucristo, y, el amor que nos tiene es el motivo de su admirable y gloriosa resurrección. No hay nada que temer no estás solo, no estás sola, Cristo vivo y resucitado está Contigo.  Así pues Celebremos la Pascua  con profunda alegría, verdad, sinceridad y amor verdadero entre nosotros, sirviendo siempre a los más necesitados, pero sobre todo a los que están y viven con nosotros mismos.

Felices fiestas de Pascua.

“¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?”

“No está aquí; ha resucitado” Aleluya! Aleluya!

Con mis oraciones:

Fray Pablo Jaramillo Escobar, OFMCap

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