¡Tú sé fuerte! ¡Ora y espera!
8 de enero
Mantente
siempre fuerte en la fe y estate siempre vigilante, que de ese modo serán
ahuyentadas todas las malas artes del enemigo. Ésta es precisamente la
exhortación que nos da el príncipe de los apóstoles san Pedro: «Sed sobrios y estad vigilantes. Vuestro
enemigo, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
Resistidle firmes en la fe»; y, para estimularnos más, añade también: «sabiendo que vuestros hermanos que están en
el mundo soportan estas mismas cosas».
Sí, amada hija
de Jesús, especialmente en las horas de la lucha reaviva tu fe en la verdad de
la doctrina cristiana y, de manera particular, reaviva la fe en las promesas de
vida eterna que nuestro dulcísimo Señor hace a quienes combaten con fuerza y
coraje. Sirva para infundirte ánimo y para consolarte, saber que no estás sola
en el sufrir, que todos los seguidores del Nazareno esparcidos por el mundo
padecen las mismas cosas: también ellos están todavía expuestos a las
tribulaciones.
(26 de noviembre de 1914, a Raffaelina
Cerase – Ep. II, p. 245)
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