Eres el más Bello de los hombres.
24 de junio
Las angustias y los momentos de calma que se van alternando, y que tú sientes en lo más alto de tu espíritu, nacen del amor que impulsa y del amor que atrae. Por tanto, vive en calma; y esa misma alternancia de sentimientos diversos en tu espíritu, a causa de la no completa posesión del objeto y que causa el martirio interior que lacera al alma, hace que sea soportado en paz, hasta poder decir con el profeta: «En paz mi amargura amarguísima». Y abre también tu alma al eterno sol, y no temas sus rayos ardientes y abrasadores. Te repito, queridísima hijita de mi corazón, que abras también tu alma a este sol de infinita belleza, tú que tan ardientemente deseas abrir el capullo para dejar salir de tan dura y oscura prisión la hermosísima mariposa.
(25 de mayo de 1918, a las hermanas Campanile – Ep. III, p. 956)
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