Y si estoy con Jesús crucificado
24 de Mayo
En estos días el diablo me las hace de todos los colores y clases, me las va haciendo todo lo que puede y más. Este desgraciado redoblará sus esfuerzos para hacerme daño. Pero a nada tengo miedo, sólo a ofender a Dios. Me parece que ese infeliz la tiene tomada más con usted que conmigo, porque querría privarme de su orientación. De hecho, quién sabe la violencia que debo hacerme para comunicarle a usted mis cosas. Dolores fortísimos de cabeza, hasta el punto de casi no poder ver dónde pongo la pluma.
Todos los espantosos fantasmas que el demonio me va poniendo en la mente, desaparecen cuando con confianza me abandono en los brazos de Jesús. Y si estoy con Jesús crucificado, es decir, si medito en sus dolores, sufro inmensamente, pero es un dolor que me hace mucho bien. Gozo de una paz y de una tranquilidad que no se puede explicar.
(29 de marzo de 1911, al P. Benedicto de San Marco in Lamis – Ep. I, p. 216)
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