Lectio Divina Lunes XXII del Tiempo Ordinario A. Te damos gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste nuestros ruegos.
Me ha enviado para llevar a los pobres la buena nueva. - Nadie es profeta en su tierra. I Corintios: 2,1-5 Lucas: 4,16-30 LECTIO PRIMERA LECTURA Les he anunciado a Cristo crucificado. De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2,1-5 Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado. Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Frente a una comunidad que amenaza con profanar la pureza de la fe cristiana con algunos pri