Este buen ángel ruega por ti




23 de noviembre

Has de saber, Raffaelina, que este buen ángel ruega por ti: ofrece a Dios todas las buenas obras que realizas, tus deseos santos y puros. En las horas en que te parece estar sola y abandonada, no te lamentes por no tener un alma amiga, a la que puedas abrirte y confiarle tus dolores. Por caridad, no olvides a este compañero invisible, siempre presente para escucharte, siempre dispuesto para consolarte.

¡Oh, deliciosa intimidad!, ¡oh, dichosa compañía! ¡Oh, si todos los hombres sin excepción supieran comprender y apreciar este gran don de Dios, quien, en el exceso de su amor por el hombre, nos asignó este espíritu celestial! Recuerda a menudo su presencia: es necesario contemplarlo con el ojo del alma, darle gracias, suplicarle. Él es tan delicado, tan sensible; respétalo. Teme constantemente ofender la pureza de su mirada.
 (20 de abril de 1915, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 403)

Comentarios

Entradas populares de este blog

NOVENA COMPLETA A SANTA CLARA DE ASÍS.

TRIDUO EN HONOR A SAN FRANCISCO: Primer día

Novena al Padre Pío de Pietrelcina