¡Alégrate por lo que realizas!
1 de agosto
Hijas, vivid tranquilas; seguid el camino en el que Dios
os ha puesto; y procurad con toda diligencia tener santamente satisfecho y
contento a Jesús, que sufre por nuestro amor el abandono de su Padre, y por el
cual él, es decir el Padre del cielo, ha querido que seáis acompañadas. Y, a
modo de la abeja que elabora cuidadosamente la miel de la santa devoción,
fabricad la cera de los trabajos domésticos; porque si uno de los componentes
aporta dulzura al gusto de Cristo, que mientras vivió en el mundo se alimentó,
come dice la escritura, de manteca y miel, el otro redunda en su mayor gloria,
porque sirve para hacer las velas encendidas de la edificación del prójimo.
Dios, que con especial cuidado os ha tomado de la mano, os guíe al puerto de la
salvación eterna; confiemos en él y no temamos.
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