Sexto día de la novena en honor a San Francisco de Asís

 

6. FRANCISCO EL HERMANO UNIVERSAL
 
Por la  señal de la Santa Cruz + De nuestros enemigos + Líbranos Señor, Dios nuestro + En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo + Amén
Acto de contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quién eres y porque te amo sobre todas las cosas, a mí me pesa Señor, pésame en el alma y en todo mi corazón el haberte ofendido. Yo creo y propongo firmemente la enmienda de nunca más pecar, de apartarme de las ocasiones, de confesarme y  de cumplir la penitencia que me fuera impuesta por mis pecados. Te ofrezco Señor mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados. Así como te suplico, así confío en tu misericordia infinita que me perdonarás y me darás luz y gracia para enmendarme y perseverar en tu santo servicio hasta el último instante y fin de mi vida amén.
ORACIÓN ANTE EL CRUCIFIJO (OrCr)
¡Oh alto y glorioso Dios!
ilumina las tinieblas de mi corazón.
Dame fe recta, esperanza cierta, caridad perfecta;
acierto y conocimiento, oh Señor,
para cumplir tu santo y veraz mandato.
Amén.
 
TEXTO BÍBLICO PARA REFLEXIONAR
 
Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,1 Corintios 11. 7 conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios,  y les dijo: Fructifiquen y multiplíquense; llenen la tierra, y sométanla, y dominen los peces del mar, las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. (Génesis 1,26-28).
¿No tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el uno contra el otro, profanando el pacto de nuestros padres? (Malaquías 2,10).
Francisco se ha convertido en misionero, en hermano itinerante al estilo de los discípulos de Cristo por el mundo. Nunca pasó por su cabeza fundar una orden, menos, mucho menos tres con todas su ramificaciones que son muchos centenares de las mismas. Francisco simplemente quiere vivir el Evangelio. Pero el Señor que no se deja ganar en generosidad pronto se encargó de que aquél hermano no fuera un antisigno del Reino. El Reino es comunión, es unidad, es lugar de fraternidad, de igualdad, de servicio y minoridad y si Francisco había decidido, o mejor dicho si Dios había decidido que Francisco fuese signo de ese Reino, entonces no podía vivir solo la aventura evangélica. Es el mismo Señor quien le da hermanos. Curiosamente fueron los que antes habían compartido con él su otro estilo de vida, pero conmovidos por su palabra y su ejemplo, se unieron a él. Los primeros compañeros, los amigos de la juventud evangélica: Bernardo de Quintavalle, Pedro Cattani, Gil… entre otros, muy pronto llegarían a sumar 12 y pronto se multiplicarían. En 1220, serán 3000; en 1226 serán 5000. Sin haberlo buscado, Francisco vio que se le confiaba la tarea nada fácil y muy delicada de encarnar su inspiración evangélica en una comunidad-fraternidad humana cada vez más numerosa.
Francisco no quiere tomar el modelo que había de vida monástica de aquél tiempo. Para Francisco el Hijo de Dios se había hecho camino y sólo a él había que seguir, Él tenía que ser la única fuente de inspiración. Francisco se siente inspirado directamente del Evangelio, es decir de Jesucristo: “Y después que el Señor me dio hermanos, nadie me mostraba qué debía hacer, sino que el Altísimo mismo me reveló que debía vivir según la forma del Santo Evangelio. Y yo lo hice escribir en pocas palabras y sencillamente y el señor papa me lo confirmó”. (Test 14,15).
Aquí tenemos la inspiración más genuina de la consolidación vocacional  de Francisco y de todos sus seguidores. La nueva forma de vida evangélica se sitúa bajo el signo de la misión apostólica. El modelo el mismo Jesucristo que anduvo de pueblo en pueblo, de aldea en aldea y posteriormente en los discípulos enviados a misionar por Cristo.
Como consecuencia de una vida itinerante, apostólica, es necesario el desprendimiento, la pobreza, deben vivir como la gente del pueblo, trabajar como ellos, sin ningún privilegio eclesiástico y cuando el fruto de su trabajo no les alcance deben recurrir “a la mesa del Señor”, es decir, a la limosna. Esta pobreza de misioneros itinerantes y mendicantes, la viven los hermanos en estrecha comunión con Cristo, que no tenía piedra dónde reposar su cabeza y que vivía también de la generosidad de sus amigos. (1 R 9,6).
Como consecuencia de la misión-itinerancia y pobreza ahora nos encontramos con la fraternidad. Una fraternidad entre iguales. Una fraternidad que no discrimina y que comparte todo con el hermano y se preocupa por él, todos son iguales. “Ninguno de los hermanos, dirá Francisco en la Regla de 1221, tenga potestad o dominio y menos entre ellos”. (1 R 5,9).
Al irse fraguando y consolidado este nuevo estilo de vida Francisco insistirá a tiempo y a destiempo en que una cosa es necesaria: “Aspirar a tener el Espíritu del Señor y su santa operación” nada más. Francisco era capaz de descubrir en el universo entero la presencia siempre fresca de Dios, a tal grado que tras haber inyectado el nuevo ideal evangélico, Dios mismo le concede la gracia de ser sensible a las demás creaturas que hay en el universo entero. Todas ellas hablan de la presencia de Dios. Todas ellas son signo de la cercanía y del amor incondicional de Dios. Todas ellas son signo de comunión entre Dios y los hombres. Pocos han tenido la sensibilidad que tuvo el Santo de Asís para descubrir a Dios en sus creaturas. Por lo tanto, Francisco es el hermano universal por dos aspectos concretos, a saber:
Después que el Señor le da hermanos, Él mismo le dice lo que debe hacer, pero Francisco no se queda sólo con esa inspiración que por lo demás sería suficiente, no, sino que va a la presencia del Papa que es el signo de la universalidad de la Iglesia y es él quien le confirma la nueva forma de vida, por eso es un hermano universal. El otro aspecto es precisamente la sensibilidad y el respeto para con toda la creación. Francisco descubre en todo la presencia de Dios y desde ahí, se sirve de la creación para alabar y bendecir a Dios.
PARA REVISIÓN DE VIDA
1.      ¿Me descubro y vivo verdaderamente como alguien echo a imagen y semejanza de Dios?
2.      ¿Soy signo del Reino de Dios ante los demás por mi trato igual para con todos?
3.      ¿Considero a quienes viven conmigo como un regalo de Dios o como una carga que tengo que soportar?
4.      ¿Qué importancia tiene la misión en mi de acuerdo con mi propio estilo de vida?
5.      ¿Me siento superior a los demás o procuro ser una persona justa e igual con todos?
6.      ¿Soy capaz de descubrir en la creación la presencia amorosa de Dios?
7.      ¿Cuál es mi compromiso de cara a la creación?
Cántico de las criaturas


Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas,
la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, te corresponden
y ningún hombre es digno de pronunciar tu nombre.

Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol,
él es el día y por él nos alumbras;
y es bello y radiante con gran esplendor:
de ti. Altísimo, lleva significación.

Loado seas, mi Señor,
por la hermana luna y las estrellas:
en el cielo las has formado
claras y preciosas y bellas.

Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.

Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
que es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche:
y es bello y alegre y robusto y fuerte.

Loado seas, mi Señor,
por nuestra hermana la madre tierra,
que nos sustenta y gobierna
y produce distintos frutos
con flores de colores y hierbas.

Loado seas, mi Señor,
por los que perdonan por tu amor
y sufren enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las sufren en paz,
pues por ti, Altísimo, coronados serán.

Loado seas, mi Señor,
por nuestra hermana la muerte corporal
de la cual ningún hombre vivo puede escapar.
¡Ay de aquellos que morirán en pecado mortal!
Bienaventurados
los que encontrará en tu santísima voluntad,
pues la muerte segunda no les hará mal.
Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad


Reza Tres Padres Nuestro, Tres Aves María con Gloria al Padre…

 

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