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Mostrando entradas de febrero, 2020

"¡Apártate de mí Satanás!"

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I Domingo de Cuaresma Génesis 2, 7-9;3.1-7; Romanos 5, 12-19; Mateo 4,1-11 Queridos hermanos y hermanas, el pasado miércoles dábamos inicio al tiempo sagrado, tiempo de gracia de la Cuaresma, un tiempo de careo con Dios. Tiempo de conversión, tiempo de reflexionar, de recordar que somos polvo, tal y como nos lo hace traer a la memoria la primera lectura que acabamos de proclamar. Lo más maravilloso de esta lectura es la imagen que nos manifiesta la ternura de un Dios que se abaja, se arrodilla para darnos su aliento de vida. ¡Qué bello, qué hermoso es este gesto de Dios! Soplar en nuestra nariz su aliento de vida. El Papa Francisco nos decía en su homilía del miércoles de ceniza: "Acuérdate que eres polvo, y al polvo volverás". El polvo en nuestras cabezas nos devuelve a la tierra, nos recuerda que venimos de la tierra y que volveremos a la tierra. Somos débiles, frágiles, mortales. A lo largo de siglos y milenios estamos de paso, fren

Capilla en construcción 1 Capilla Santa Cruz Los Héroes

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El demonio está siempre vigilando

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27 de febrero Las virtudes son como quien tiene un tesoro, que, si no lo tiene escondido a los ojos de los envidiosos, se lo robarán. El demonio está siempre vigilando; y él, el peor de todos los envidiosos, busca arrebatar este tesoro, que son las virtudes, tan pronto como lo descubre; y lo hace asaltándonos con ese enemigo tan poderoso que es la vanagloria. Nuestro Señor, siempre atento a nuestro bien, para preservarnos de este gran enemigo, nos lo advierte en varios lugares del evangelio. ¿Acaso no nos dice que, si queremos hacer oración, nos retiremos a nuestro cuarto, cerremos la puerta y oremos de tú a tú con Dios, para que nuestra oración no sea conocida por los demás?; ¿que, al ayunar, nos lavemos la cara para que no descubramos nuestro ayuno a los demás en la suciedad y la palidez del rostro?; ¿que, al dar limosna, no sepa la mano derecha lo que hace la izquierda? (2 de agosto de 1913, al P. Agustín de San Marcos in Lamis – Ep. I, p. 396) En el

La santidad no es fruto de mi espíritu

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26 de febrero Graben bien en su mente; esculpan fuertemente en sus corazones; y convénzanse de que nadie es bueno « sino sólo Dios »; y que nosotros no tenemos otra cosa que la nada. Vayan meditando continuamente lo que san Pablo escribe a los fieles de Corinto: « ¿Qué tienes que no lo hayas recibido ? Y, si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? » . « No que seamos capaces - dice además - de pensar algo por nosotros mismos, como si fuera cosa nuestra; nuestra capacidad nos viene de Dios ». Cuando se sientan tentadas de vanagloria, repitan con san Bernardo: « Ni por ti lo inicié, ni por ti lo dejaré » ¿No comencé mi viaje por los caminos del Señor? Entonces, por ellos quiero seguir; por ellos continuaré mi marcha. Si el enemigo les asalta por la santidad de su vida, que le griten a la cara: mi santidad no es fruto de mi espíritu, sino que es fruto del espíritu de Dios que me santifica. Es un don de Dios; es un talento que m

Sean santos, porque Yo, el Señor, soy Santo

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Reflexión para el VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO  Levítico 19, 1-2. 17-18 Primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 3, 16-23 Mateo 5, 38-48 Ciclo A - 23 de Febrero de 2020 “¡Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo!” Estamos prácticamente al final del primer ciclo del tiempo ordinario. Ya estamos a las puertas de la Cuaresma, tiempo de oración, de ayuno, de limosna más generosa. Con el miércoles de Ceniza comenzamos nuestro i tu neta rio cuaresmal que no ha de ser simplemente un tiempo de prácticas piadosas, sino que dichas prácticas nos han de conducir a la conversión, a volvernos a Dios. La santidad no consiste simplemente en realizar milagros que estos simplemente con una poca de fe los podemos realizar. Puede haber personas que no sean santas y le arranquen a Dios un milagro solamente por su fe, o por la fe de otros. Sin embargo la santidad consiste en llevar una vida digna, recta, justa, agradable a los ojos de Dios. Es ver y vivir la vida como

El divorcio del corazón

Reflexión para el VI Domingo del tiempo Ordinario "A" Sirácida 15,16-21; 1 Corintios 2,6-10; Mateo 5,17-37   Queridos hermanos y hermanas la Liturgia de la Palabra de este Domingo, Sexto del Tiempo Ordinario, Ciclo “A”, pone delante de nosotros lo esencial a la vida del ser humano y al mismo tiempo lo que verdaderamente lo conduce a la muerte. Ciertamente en muchas ocasiones no se trata de una muerte física, sino moral y espiritual, que dura, aguda, dolorosa y lenta, hasta que nos lanza a la putrefacción. Dios nos da oportunidades maravillosas para ser felices, para ser plenos, para generar en nosotros y en nuestro entorno familiar, laboral, social, eclesial, las condiciones de vida que vayan siempre en la consecución del bien, y por lo tanto en la satisfacción que de dicho estilo de vida se desprende. El Eclesiástico nos dice: “ Si tú quieres, puedes guardar los mandamientos, permanecer fiel a ellos es cosa tuya” . Los seres humanos somos

La gracia divina os sirva de defensa y de apoyo en todo.

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14 de febrero Imitad a Jesús en la caridad, porque él reconoce como suyos sólo a los que conservan celosamente esta preciosa margarita; y recordad siempre que, cuando nos presentemos ante su divina presencia, todo su juicio girará sobre la caridad. Haced vuestro el dicho del gran obispo de Hipona: «Mi peso es mi amor». Sí, pesad todas vuestras acciones con la balanza del amor, e iréis tejiendo una corona de méritos para el cielo. El hastío que experimentáis al practicar la virtud y la oración, ni os debe asustar ni os debe llevar a retroceder en la práctica de una y de otra. Continuad en ello; y no os tiene que parecer una pérdida de tiempo, ya que ese tiempo está empleado y gastado en practicar la obediencia. Las tentaciones no os asusten: son la prueba a la que Dios quiere someter al alma, cuando la ve con las fuerzas necesarias para sostener el combate de obtener con sus propias manos la corona de la gloria. La gracia divina os sirva de defensa y

Corresponder siempre generosamente a vuestra vocación

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13 de febrero Proponeos, mis queridísimos hijitos, corresponder siempre generosamente a vuestra vocación, haciéndoos dignos de Jesús, semejantes a él en las perfecciones adorables ya indicadas en la sagrada escritura y en el santo evangelio y ya aprendidas por vosotros. Pero, hijitos míos, para que se dé la imitación, es necesaria la diaria meditación y reflexión sobre su vida; de la meditación y de la reflexión brota la estima de sus actos; y de la estima, el deseo y la fuerza de la imitación. Si, hijitos, imitad a Jesús en la obediencia pronta y sin discusiones; imitad a Jesús en la paciencia, porque con la paciencia poseeréis vuestras almas; imitad a Jesús en la humildad, tanto interna como externa; pero más interna que externa, más sentida que mostrada, más profunda que visible. (7 de enero de 1919, a los novicios – Ep IV, p. 380) La vocación, en cualquiera de sus expresiones es el regalo más grande que el Señor le puede hacer a cada uno de sus

Patrono de los enfermos afectados por el cáncer

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"Fe? Tienes Fe? Dios es el Médico y la Medicina" San Leopoldo Mandic de Castelnuovo / Crédito: Diócesis de Padua (Italia). La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha reconocido oficialmente al fraile capuchino San Leopoldo Mandic de Castelnuovo como patrono de los enfermos afectados por el cáncer en Italia. La noticia fue revelada el 8 de febrero por el Obispo de Padua (Italia), Mons. Claudio Cipolla; el rector del Santuario de San Leopoldo Mandic, Fray Flaviano Gusella; representantes de la orden capuchina; y otras personalidades. Padua es la ciudad italiana donde se encuentra el Santuario de San Leopoldo, lugar en el que se conservan sus restos. El decreto oficial de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos está fechado el 6 de enero de 2020 y lleva la firma del Secretario de la Congregación, Mons. Arthur Roche.  “San Leopoldo Mandic de Castelnuovo, presbítero de la Orden de los Frail

Vaticano declara a San Leopoldo Mandic patrono de pacientes con cáncer en Italia

Vaticano declara a San Leopoldo Mandic patrono de pacientes con cáncer en Italia : La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha reconocido oficialmente al fraile capuchino San Leopoldo Mandic de Castelnuovo como patrono de los enfermos afectados por el cáncer en Italia.

No hay que relajarse ni distraerse

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11 de febrero ¿Queremos caminar bien? Dediquémonos a recorrer con empeño el camino que queda más cerca de nosotros. Grabad bien en la mente lo que voy a decir: con frecuencia deseamos ser buenos ángeles y descuidamos ser buenos hombres. Nuestra limitación nos ha de acompañar hasta el féretro; no podemos alcanzar nada sin tierra. No hay que relajarse ni distraerse, ya que somos como pequeños polluelos, pero sin alas. En la vida física, morimos poco a poco, y ésta es una ley ordinaria querida por la providencia; y, de la misma manera, hay que morir a nuestras imperfecciones, también día a día. Felices imperfecciones, podríamos exclamar, que nos hacen conocer nuestra gran miseria y que nos ejercitan con humildad en el desprecio de nosotros mismos, en la paciencia y en la diligencia. Pero a pesar de esas imperfecciones, Dios observa la preparación de nuestro corazón, que es perfecta. (3 de marzo de 1917, a Herminia Gargani – Ep. III, 678) Las buenas inte

Abandónate tranquilamente en los brazos del Padre del cielo.

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8 de febrero Tengámonos por lo que somos de verdad: nada, miseria, debilidad; una fuente de perversidad sin límites ni atenuantes, capaces de convertir el bien en mal, de abandonar el bien por el mal, de atribuirnos el bien que no tenemos o aquel bien que hemos recibido en préstamo, y de justificarnos en el mal y, por amor del mismo mal, despreciar al Sumo Bien. Con este convencimiento grabado en la mente, tú: 1º no te complacerás nunca en ti mismo por algún bien que puedas acoger en ti, porque todo te viene de Dios y a él debes dar honor y gloria; 2º no te lamentarás nunca de las ofensas, te vengan de donde te vinieren; 3º perdonarás todo con caridad cristiana, teniendo bien presente el ejemplo del Redentor, que llegó incluso a excusar ante su Padre a los que le crucificaron; 4º gemirás siempre como pobre delante de Dios; 5º no te maravillarás de ningún modo de tus debilidades e imperfecciones; pero, reconociéndote por lo que eres, te avergonzará