Cuéntale al mundo lo misericordioso que Dios ha sido contigo.
"Véte a tu casa a vivir con tu familia y cuéntales lo misericordioso que ha sido el Señor Contigo". (Evangelio de San Marcos 5, 19). El contexto del versículo anterior del Evangelio de Marcos es bien conocido por todos. Se trata del Endemoniado que se encuentra con Jesús y que se siente interpelado por Él. Se siente amenazado por la fuerza transformadora y renovadora del Espíritu de Dios presente en Jesucristo. Es la fuerza liberadora de toda esclavitud que retorna al ser humano a su condición primera: "La de vivir en la libertad de hijos de Dios". Por ello dicho encuentro se torna entre blasfemias, lamentos y contradicciones. Es el Espíritu del mal quien reconoce la presencia y la furza de Jesús de Nazaret, como una fuerza diferente a la del común de los hombres. Aquel hombre atado y encadenado por las fuerzas del pecado, por las fuerzas del mal era incapaz de vivir en comunidad - familia. Era incapaz de reconcoer la obra de Dios en Él y por eso su tormento era cad