La fidelidad ha de ser acrisolada como el oro a fuego vivo
14 de noviembre
Lo que debes
hacer ahora que Jesús por su bondad quiere poner a prueba tu fidelidad, es
mostrarte siempre solícita en la observancia de tus deberes y en no descuidar
nada de lo que sueles practicar en tiempos de consuelo y de prosperidad, sin
detenerte a pensar en el gusto sensible que no sientes, ya que esto es algo
accidental, que con frecuencia además puede ser muy dañino para el alma. Servir
a Dios sin probar en la parte sensible algo de consuelo es lo que constituye la
devoción sustancial y verdadera. Esto es lo que significa servir a Dios y
amarlo por amor a él mismo.
Hasta que el
alma no llegue a adquirir esta devoción sustancial, su situación es bastante
peligrosa y es necesario proceder con gran discreción y clarividencia.
(14 de julio de 1914, a
Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 126)
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