El mundo sufre por falta de amor
20
de enero
Me veo casi en la absoluta imposibilidad de poder
expresar la obra del amado. El infinito amor, con la inmensidad de su fuerza,
ha conquistado al fin la dureza de mi alma; y me veo anulado y reducido a la
impotencia.
Él se va derramando totalmente en el pequeño vaso de
esta criatura, que sufre un martirio indecible y que se ve incapaz de llevar el
peso de este inmenso amor. ¡Oh! ¿Quién vendrá a sostenerme? ¿Qué haré para
llevar al infinito en mi pequeño corazón? ¿Qué haré para guardarlo siempre en
la estrecha celda de mi alma?
(12
de enero de 1919, al P. Benedicto de San Marco in Lamis – Ep. I, p. 1111)
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