Que tu corazón se alegre!
3
de enero
La segunda máxima que deseo que lleves siempre gravada
en tu espíritu, es que Dios es nuestro padre; ¿y qué tienes que temer cuando se
es hija de tal padre, sin cuya providencia no caerá nunca un cabello de tu cabeza?
¿No es en verdad muy extraño que, siendo nosotros hijos de tal padre, tengamos
y podamos tener otro pensamiento que no sea el de amarlo y servirlo? Cuida y
gobierna tu alma y tu familia como él quiere, y no te preocupes; porque, si
haces esto, verás cómo Jesús cuida de ti. «Piensa en mí, que yo pensaré en ti», dijo Jesús
en una ocasión a S. Catalina de Siena; y el Sabio dice: «Padre
eterno, vuestra providencia lo gobierna todo».
(15
de noviembre de 1917, a Antonieta Vona – Ep. III, p. 822)
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