"No temas; Él está dentro y fuera"

17 de agosto

¿Es que es dulce la amargura del amor y suave su peso, pues vas diciendo que, al sentir esa inmensa pasión, no tienes modo de soportarla? Es pequeño tu corazón, pero es capaz de dilatarse; y, cuando ya no pueda contener la grandeza del Amado y resistir su inmensa violencia, no temas; porque él está dentro y fuera; y, al derramarse en el interior, sostendrá las paredes. Como concha abierta en el océano, tú beberás hasta saciarte y estarás rodeada de una abundancia muy superior a tu capacidad.

Dentro de poco ya no serás inexperta en los nuevos arrebatos del Amor, y sus asaltos ya no te resultarán insostenibles. Adiestrada ante sus conocidos dardos, lo llamarás a combate y lucharás, como Jacob con el ángel, sin ser nunca derribada.

 (29 de julio 1920, a Jerónima Longo – Ep. III, p. l031).

La experiencia del encuentro con Dios, va capacitando cada vez más a la persona para ser capaz de dejarse envolver por el Amor supremo del Amante cual torbellino que con su fuerza centrífuga le atrae cada vez más hacia Sí. Procura, pues, estar siempre disponible para este encuentro. Busca el momento y el lugar adecuados para esta cita, ya que cuánto más diligente seas en tu disposición, mayor será la gracia que Dios derrame en tu corazón. No tengas miedo, aunque sientas desbordar tu corazón, confía y abandónate en los brazos de nuestro Buen Padre Dios. Él te irá haciendo cada vez más capaz de su amor hasta llevarte a la plena configuración con Cristo, su Hijo Amado, para que cada vez que le contemples, puedas renovar tus fuerzas para continuar con el combate de la Fe. Pero antes necesariamente tienes que dejarte vencer por Dios, por su amor.