El que te ilumina y te consuela es Dios
2 de julio
El que te inquieta y te atormenta es satanás; el que te ilumina y consuela es Dios. El alma que es cada vez más impulsada a abajarse y a humillarse ante su Señor, y al mismo tiempo se ve urgida a sufrir todo, a soportar todo, para merecer la aprobación de su celestial Esposo, no puede menos de reconocer que todo eso le viene de Dios. Los profundos anhelos de amor del alma hacia su Señor no son, no pueden ser, alucinaciones o ilusiones. Por tanto, vuelvo a garantizarte que es la gracia de Jesús la autora de cuanto de hermoso acontece en ti. Por eso, deja que tu divino Esposo actúe en ti y te conduzca por los caminos que él quiere.
Todo lo que experimentas dentro de ti al verte rodeada de tantas almas piadosas, todas ellas dedicadas a amar y a servir al Señor, es señal de que tu alma busca con convencimiento y ardientemente a su creador.
(14 de julio de 1914, a Raffaelina Cerase – Ep. II, p. 126)
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